Ita Medita

Afrontar el sufrimiento y la incertidumbre: “Cuando todo se derrumba”

17 de Noviembre, 2019 Jordi Escudero

La vida se parece en cierto sentido a los antiguos discos “single” de vinilo: tiene cara A (el éxito) y cara B (la rareza a la cual no se presta atención). Nos cuesta asimilar que el disco de la vida incluye las dos caras: el placer y el dolor, la salud y la enfermedad, la alegría y la tristeza, la vida y la muerte...

 

“Cuando sentimos una gran frustración o una gran pérdida, no sabemos si ahí se acaba la historia; también podría ser el principio de una gran aventura...” Sin embargo, en momentos así, nos cuesta mirarnos delicadamente... Nos cuesta tratarnos como trataríamos a una buena amiga o amigo en las mismas circunstancias.

 

El primer y el segundo dardo

 

La perdida, el fracaso, el dolor, el sufrimiento inevitable (mental o físico) es “el primer dardo” que recibimos en nuestra existencia... Si estás vivo y amas, algún dardo te alcanzará tarde o temprano. Los primeros dardos son desagradables, desde luego. Pero, además, tenemos la costumbre de añadir nuestras reacciones... Estas reacciones son “los segundos dardos”; los que nos arrojamos nosotros mismos. La mayor parte de nuestro sufrimiento viene de estos segundos dardos. Este segundo dardo agrava el sufrimiento generando pensamientos y recuerdos que nos hacen sentir inadecuados o desgraciados. Los psicólogos llaman a esta tendencia de la mente “rumiación”.

 

Es todo un reto  desarrollar una actitud de apertura y aceptación ante lo que nos depara la vida; especialmente hacia lo que supone un nuevo dardo: un cambio imprevisto, un mal pronóstico, una  perdida,... ¿Cómo reaccionamos ante la adversidad? ¿Cómo nos tratamos cuando todo se derrumba?

                                                                               

Algunos obstáculos con los que nos encontramos parecen quitarnos el suelo bajos los pies, o estallan la burbuja de realidad que considerábamos segura y cierta. Cuando surgen las emociones verdaderamente intensas, todas las creencias a las que nos aferramos parecen irrelevantes, porque las emociones son muchos más poderosas.

 

Iluminando la oscuridad de los tiempos difíciles

 

En el caso de muchos de nosotros, los que peor nos lo hacemos pasar somos nosotros mismos. Queremos ser perfectos, pero vemos constantemente nuestras imperfecciones y el dolor de la vida; no hay manera de huir de ello, no hay salida ni escape posible... Sin embargo, nunca es demasiado tarde para reconocer que el disco de la vida tiene dos caras y que quizá, la suma de las dos, le confiere un sentido de integridad...

Una propuesta que podemos considerar es ver los obstáculos como la forma que tiene el mundo y toda nuestra experiencia de enseñarnos dónde estamos atascados. De este modo, podemos experimentar como flor, lo que parece ser un dardo. Cambiar nuestra visión parece que no es fácil, pero quizá podemos aprender a tratarnos con más amabilidad en los tiempos duros. ¿Es cuestión de practica?.

 

La psicología se está interesando desde hace varias décadas en cómo actitudes como la autocompasión, promueven la amabilidad y el aprecio hacia nosotros mismos.

 

La autocompasión nos protege especialmente del daño que involuntariamente nos infringimos nosotros mismos a través de la autocrítica, el aislamiento  y/o el auto-centramiento obsesivo. Es una actitud valiente y proporciona fuerza emocional y resiliencia, permitiéndonos reconocer nuestros defectos, motivándonos a nosotros mismos con amabilidad y perdonándonos cuando sea necesario.

Programas de entrenamiento como el MSC (Mindfulness Self Compassion) pueden ayudarnos a afrontar y a aceptar la incertidumbre y el sufrimiento de la vida desde una perspectiva más sabia. El MSC es eminentemente práctico  y vivencial. Desarrolla el autoconocimiento y en él se entrenan herramientas y estrategias de amabilidad y autocuidado personal.

 

El entrenamiento en autocompasión es especialmente útil para prevenir la aparición del “burnout” y también para recuperarse de la fatiga del cuidador. Conviene seguir investigando, pero realizar un entrenamiento en mindfuness y autocompasión puede ser una buena forma de empezar a “iluminar la oscuridad de los tiempos difíciles”. 

 

Meditación "Cuando todo se derrumba"

Extraído y adaptado de:

 

  •  “Cuando todo se derrumba”, Pemä Chodrön.
  •  Mente en equilibrio, “La meditación en la ciencia, el budismo y el cristianismo”. B. Alan Wallace.
  •  "El cerebro de Buda. La neurociencia de la felicidad, el amor y la sabiduría", Rick Hanson y R. Mendius
  •  Programa MSC (Mindfulness Self Compassion) by Chris Germer and Kristin Neff

 

Psicólogo especialista en Mindfulness. Actualmente trabaja los grupos de Mindfulness en
ITA Avenir e ITA Urgell. Formado en los Grupos de Investigación en Meditación (Shanga Activa), Mindfulness
Fundamentals, Mindful Educator Essentials (Mindful Schools-USA). Postgrado en Mindfulness y Psicoterapia
(UB), Retiro Vipassana con Alan Wallace. Instructor de Yoga y profesor en prácticas del programa MBCT.