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Mindfulness tras las vacaciones

15 de Septiembre, 2019 Montse del Castillo

A estas alturas de septiembre se puede afirmar que la mayoría de las personas ya han regresado de sus vacaciones.

En algunos casos el retorno se hace con ilusión, con alegría, incluso con ganas de retomar la rutina diaria; pero en otros casos, la vuelta al trabajo, las responsabilidades, las obligaciones se complica considerablemente porque (aunque no admitido como enfermedad en las guías de salud mental conocidas), hace su aparición el síndrome postvacacional.

 

El Síndrome Postvacacional se caracteriza por una dificultad en la capacidad de adaptación a las tareas habituales. Tareas que poco tienen  que ver con el ocio, el relax y el descanso de las vacaciones.

 

Este Síndrome, también conocido como “estrés o depresión postvacacional”, se suele reflejar sobre todo en el trabajo, aunque no es el único ámbito en el que se refleja, lo es también en el familiar y el social. 

Este estrés produce molestias a nivel emocional y físico: la desidia, el hastío, la apatía, la irritabilidad son síntomas palpables a tener en cuenta y en algunos casos pueden aparecer la angustia y la ansiedad que acabarán afectando al bienestar general de la persona.

 

Es por ello que podemos afirmar que este problema está estrechamente ligado al nivel de esfuerzo que cada uno de nosotros hacemos en la reincorporación a las tareas habituales, a la adaptación de nuevo a los horarios laborales, a la aceptación de las presiones diarias. En definitiva, a la readaptación de nuevo a nuestra realidad cotidiana.

 

Hay autores que opinan que el nivel de estrés postvacacional es más alto si antes de iniciar el periodo vacacional, el trabajo no es satisfactorio y no hay motivación. En esos casos habrá más riesgo de sufrir el síndrome. Si existen problemas con la pareja, conflictos no resueltos, también repercutirá en que la vuelta a la realidad sea más o menos molesta.

 

Según J A. Flórez Lozano, del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo, hay estudios sobre la satisfacción laboral en EEUU que han evidenciado que algo más del 50% de los empleados padecen estrés por culpa del trabajo. Incluso un porcentaje muy importante, en torno al 35%, consideran que están «quemados». Flórez asegura que no resulta extraño que la vuelta de vacaciones sea un momento especialmente crítico para reactivar la sintomatología ansiosa (irritabilidad, apatía, falta de atención y concentración, tristeza, trastornos del sueño, etc.).

 

Las recomendaciones para que este síndrome no se convierta en un gran problema pasa por volver del periodo vacacional con tiempo para hacerse a la idea y para organizarse de nuevo: respetar los horarios de trabajo, buscar alguna actividad de ocio que guste, ordenar la agenda, etc.

 

Meditación práctica tras las vacaciones

La práctica en Mindfulness nos ayudará a tener más conciencia de cómo estamos con nosotros mismos, llegando a reconocer cuáles son nuestras carencias. Esto será esencial para no sufrir el problema y para ello debemos reflexionar. Reconocer si existe algún conflicto interno es fundamental para mejorar nuestro bienestar y una manera de hacerlo es practicando mindfulness.

 

Aceptar y normalizar el síndrome postvacacional pensando que es un proceso normal de adaptación ayudará a sobrellevarlo.

Si eres de los que la vuelta de vacaciones te deprime porque parece que toda la energía te la has dejado en la playa, en la montaña, o en ese viaje maravilloso, o en cualquier otra situación, te invito a que aceptes cuanto antes tu realidad, pero para aceptarla primero tienes que reconocerla y para ello hay que tener esa conciencia plena interna.

 

“La vida se compone de “contrastes”: apreciamos el descanso porque existe el esfuerzo, apreciamos el día porque existe la noche, apreciamos la alegría porque existe la tristeza…” esta puede ser una frase que te puedes repetir cuando aparece el hastío en tu vida. La volcamos en la meditación que nos ayudará a superar el Síndrome postvacacional.

Directora de Gestión de Pacientes en Ita salud mental.

 

Psicóloga especialista en psicología clínica y en trastornos alimentarios. Máster en Psicoterapia Cognitivo-Social (UB). Programa MSC-TT (Mindful self-compassion teacher training). E.M.D.R. Cicle Formatiu Bàsic en Psicologia Forense COPC. Curso de formación en Dinámica de Grupos, Psicodrama, Ansiedad y Fenomenología Grupal. Seminario Hipnoterapia, Relajación y Expansión de Conciencia.