Trastornos del Neurodesarrollo

Neurodiversidad y Autismo

04 de Mayo, 2025 Ayhesa Ruiz

El término neurodiversidad se originó en los años 90 para luchar contra el estigma de las personas con autismo, aunque actualmente también se asocia a otros diagnósticos de  trastornos neurológicos y trastornos del desarrollo, como con el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) o trastornos del aprendizaje, entre ellos, la dislexia.


La neurodiversidad comprende las diferencias cerebrales y aporta una visión de normalidad de cara a la diferencia a nivel neurológico, considerando los rasgos tanto típicos como atípicos que conforman dichas variaciones.


El término “Neurodiversidad” fue inicialmente concebido como forma de referirse a la neurología atípica de las personas que padecen Trastorno del Espectro Autista. La Neurodiversidad toma forma, hace una década, como respuesta al movimiento encabezado por personas con TEA que pedían ser reconocidos como personas hábiles, capacitadas y, ante todo, diferentes, pero no impedidas. Las primeras personas que acuñaron dicho término fueron Harvey Blume (1998) y Judy Singer en su tesis doctoral en Sociología (1998) (Armstrong, 2012).


Este fenómeno nos plantea la cuestión de qué rasgos patológicos pueden equilibrarse con los rasgos saludables y si las diferencias entre un individuo normotípico y un individuo neurodiverso pueden considerarse diferencias como tal, en vez de discapacidades.
La cultura actual sigue un modelo del cerebro basado en la enfermedad, en el déficit y en el trastorno, por lo que la implicación más socialmente significativa de la Neurodiversidad permite desdibujar los límites entre los rasgos normales y anormales, lo cual, puede reducir la percepción negativa de las personas con enfermedades mentales. Y, por otro lado, puede ayudar a reducir el estigma asociado a las enfermedades mentales y minimizar el daño a las personas afectadas por la enfermedad y las actitudes sociales hacia ella. (Glannon, 2007).


Partiendo del término de la Neurodiversidad, surge el paradigma de la Neurodiversidad, el cual se basa en la naturalización de la variación humana y en que la idea de normalidad, salud, o un estilo correcto de funcionamiento neurocognitivo, es una ficción culturalmente construida, no más válida que la idea de que hay una etnicidad, género o cultura “normal” o “correcta. El paradigma de la Neurodiversidad nos ayuda a comprender el Autismo como una condición de vida asociada a un neurodesarrollo atípico (neurotipo). No es una enfermedad ni un trastorno. Las personas con autismo procesan el mundo de manera distinta, tanto cognitiva, afectiva como sensorialmente. Presentan destrezas y talentos en las áreas de su interés profundo.


Todo esto nos lleva a la confirmación de que estamos viviendo un momento de cambio significativo en la forma en que las personas toman conciencia sobre el autismo. Este cambio se ve reflejado en la defensa de la causa, en los medios de comunicación y en los debates sobre la naturaleza de la propia ciencia del autismo y los trastornos del neurodesarrollo. Y en la lucha por comprender que el autismo es una condición de ser, con sus fortalezas y sus limitaciones que les hacen diferentes, pero no por ello incapaces. 


Referencias bibliográficas:


- Annual Research Review: Shifting from ‘normal science’ to neurodiversity in autism science. Journal of Child Psychology and Psychiatry 63:4 (2022), pp 381–396.
- Armstrong, T. (2012). El poder de la Neurodiversidad. Editorial Paidós Ibérica.
- Glannon, W. (2007). Neurodiversity. Journal of Ethics in Mental Health, 2(2), 1-5

Psicóloga de Ita Sabadell

Psicóloga especializada en el diagnóstico, tratamiento y prevención de los Trastornos del Neurodesarrollo y de los trastornos alimentarios.

Amplia formación como terapeuta familiar.

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