La combinación de la práctica física con la meditación para conseguir el equilibrio entre cuerpo, mente y emociones hacen del yoga un complemento perfecto, tanto dentro de un proceso de acompañamiento terapéutico como fuera de éste.
La práctica de yoga, de origen milenario, ha experimentado un importante resurgimiento a raíz de la pandemia que hemos sufrido, gracias a los beneficios que aporta; y, se ha convertido en una práctica habitual para muchas personas, independientemente de su edad o condición física.
A este equilibrio entre cuerpo y mente se llega a través de las asanas o posturas físicas de distintos niveles de complejidad que se combinan con ejercicios de respiración (o pranayama). Cualquier persona puede iniciarse en esta práctica y obtener sus beneficios.
Son muchos los beneficios que el Yoga puede traernos a nuestra vida, entre ellos podríamos destacar los siguientes:
- Mejora la fuerza física y alivia la tensión muscular.
- Aumenta la flexibilidad, que se va desarrollando con la práctica, con constancia y paciencia, cualidades que a su vez se van adquiriendo y podemos llevar a otros aspectos de nuestra vida diaria. Además al ganar flexibilidad evitamos las lesiones.
- Mejora el equilibrio, lo que supone una mayor conciencia corporal.
- Corrige la postura, con los beneficios a nivel físico que esto supone, además de cómo las posturas corporales repercuten en nuestro estado de ánimo y autoestima.
- Reduce el estrés al disminuir el cortisol (hormona del estrés) y baja los niveles de ansiedad al generar endorfinas (hormonas que aportan bienestar). También la meditación y la respiración ayudan a poner el foco en el aquí y ahora disminuyendo el estrés y la ansiedad.
- Mejora las relaciones sexuales, eleva la líbido, lo que implica una mejor calidad de vida y satisfacción a nivel personal y de pareja.
- Mejora de la circulación sanguínea gracias a la ejecución de asanas invertidas (aquellas en las que situamos nuestro corazón por encima de nuestra cabeza), o yoga más dinámico, que mejora la circulación sanguínea y la oxigenación celular.
- Reduce la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
- Aumenta la concentración, la atención, la coordinación y la memoria.
- Al ayudar a la musculatura, se protegen nuestros huesos, y hace que lleguemos a la vejez de una manera más saludable.
- Ayuda a relajarse con la práctica de la respiración.
- Aprender a calmar la mente a través de la meditación
- Mejora la confianza en uno mismo y por lo tanto la autoestima.
- Ayuda a dormir mejor siendo varios los estudios que avalan este hecho.
- Ayuda a la digestión y regula el peso.
- Te enseña a respetar tus ritmos escuchando a tu propio cuerpo.
En Sevilla, en las instalaciones del centro Ita de la calle Fernández de Ribera, ponemos a disposición de la práctica del yoga una magnífica sala equipada con todo lo necesario para ofrecer este recurso a quien quiera iniciarse o avanzar en la práctica de yoga, y beneficiarse de todo lo que le va a aportar.
A esta sala la hemos llamado “Espacio SANKALPA”.
“SANKALPA” en sánscrito significa “intención, propósito, motivación”, algo que guiará nuestra práctica y que potenciaremos en nuestro día a día. Trabajaremos de forma personal el tener presentes y lograr nuestras intenciones y motivaciones a través del yoga.
Los grupos son muy reducidos, un máximo de 6 personas, lo cual favorece un ambiente cálido y acogedor, además permite ofrecer una mayor calidad en la asistencia y ajuste de la práctica de asanas y notarás rápidamente los avances de tu práctica.
Las sesiones son en horario de mañana o tarde y con una duración de 1:15h, lo que permite que le dediquemos tiempo tanto a la meditación inicial como a la relajación final.
Te esperamos para que descubras todo lo que el yoga tiene reservado para ti.
Infórmate:
- Centro Ita ABB Sevilla (C/Fernández de Ribera Nº32, 4ªplanta)
- Tfno: 95 466 66 69 (atención de lunes a jueves de 13:30 – 19:30)
