Trastornos de la Conducta Alimentaria

Anorexia Nerviosa, más allá de una obsesión por perder peso

22 de Septiembre, 2018 Mónica Muñoz

La anorexia nerviosa es uno de los llamados Trastornos de la Conducta Alimentaria junto con la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y otros trastornos de la ingesta menos conocidos. Actualmente constituyen la tercera enfermedad crónica en adolescentes y afectan a un 6% de la población joven, de entre 14 y 21 años. La Anorexia Nerviosa afecta al 1% de la población.

 

¿Qué es?

La Anorexia Nerviosa es el Trastorno Mental con consecuencias más graves sobre la salud física.


La preocupación obsesiva sobre la alimentación, el miedo a ganar peso y el riguroso control del mismo, llevan a quienes la padecen a alterar drásticamente su comportamiento alimentario provocando un empeoramiento progresivo de la salud física y mental.


La ausencia de conciencia de problema o de la gravedad del mismo, conduce a la persona a una espiral de autodestrucción de la que solo podrá salir con ayuda especializada.

 

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas principales de la Anorexia son:

  • Restricción importante de la alimentación
  • Vómitos autoprovocados y otras conductas de purga como tomar laxantes o diuréticos…
  • Exceso de ejercicio físico o hiperactividad
  • Peso corporal significativamente bajo
  • Miedo intenso a ganar peso o convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.
  • Distorsión de la imagen corporal
  • Influencia exagerada del peso en la autoevaluación
  • Falta de conciencia de problema

 

Pero eso es solo la parte más visible y conocida de la Anorexia. A un nivel más profundo, este trastorno esconde graves dificultades para gestionar las emociones, las relaciones, para afrontar los problemas y la vida en general.

 

¿Cuáles son las causas?

La Anorexia no tiene una única causa, sino que es la confluencia de diferentes factores biológicos, psicológicos y sociales lo que provoca la aparición del trastorno.

 

Ciertos rasgos de personalidad, acontecimientos vitales, dinámicas familiares… crean el caldo de cultivo necesario, y el trastorno alimentario se desencadena con la aparición de los primeros síntomas (dietas, ayuno) que, una vez en marcha, tienden a perpetuarse en el tiempo.

 

En este sentido, la Anorexia suele aparecer en momentos de cambio del ciclo vital como, por ejemplo, la adolescencia. La ansiedad ante un mundo aparentemente incontrolable se ve aliviada por el control exhaustivo de la comida y el cuerpo. Los síntomas se convierten en un intento de solución para “afrontar” dificultades que de otra manera el paciente puede no sentirse capaz.

 

 

Factores de riesgo. ¿Hay personas más predispuestas que otras?

En efecto, hay algunas circunstancias o situaciones que aumentan la probabilidad de desarrollar el trastorno.

 

¿Cuáles serían estos factores?

  • En cuanto a la personalidad: el perfeccionismo, tendencia a evitar el dolor, baja búsqueda de sensaciones, o una pobre autoestima.
  • A nivel social: disponer de poco apoyo social, sufrir burlas, acoso, etc.
  • En la familia: el seguimiento de dietas por parte de los padres, actitudes maternas de control, afecto familiar negativo, alta conflictividad y confusión de roles.
  • Haber sufrido abuso sexual o maltrato

 

Tratamiento

El tratamiento de la Anorexia nerviosa requiere un abordaje multidisciplinar en el que estén implicados expertos en Psicología, Psiquiatría, Dietética y Nutrición, Enfermería y Terapia Ocupacional. Se centra en diferentes áreas:

 

En definitiva, el tratamiento debe abordar tanto el control de los síntomas propios del trastorno y sus consecuencias, como el núcleo psicológico del problema, que provoca la aparición del trastorno y lo mantiene a lo largo del tiempo.

 

¿Se puede prevenir?

Fomentar desde la familia y la escuela los llamados “factores de protección” contribuye a disminuir el riesgo de desarrollar el trastorno.

 

¿Qué áreas podemos potenciar con este fin?

  • La educación emocional
  • Habilidades de resolución de problemas
  • Sensación de eficacia personal
  • Apoyo social
  • Interés en actividades políticas, sociales e intelectuales
  • Práctica de deporte
  • En la familia:
    • Tener unos hábitos alimentarios saludables
    • Fomentar la comunicación
    • Adecuada distinción de roles entre los miembros de la familia

 

En cuanto a los factores socioculturales, trabajar para prevenir la Anorexia es responsabilidad de todos. Y tú qué piensas hacer.

En Ita somos especialistas en salud mental. Podemos ayudarte.

Psicóloga y directora del centro Ita Canet TCA.