El trastorno por atracón es un trastorno de la conducta alimentaria que desgraciadamente, en los últimos años, ha ido en aumento. Afecta entre un 1 y un 5% de la población. Entre las personas con obesidad, el 30% suele padecerlo.

Las personas con este trastorno tienen episodios frecuentes durante los cuales ingieren gran cantidad de comida en poco tiempo. Suelen comer más rápido de lo normal, a pesar de no sentir hambre, hasta sentirse incómodamente llenos.

Hay una pérdida de control sobre lo que se come. El acto de comer responde a un impulso, a menudo asociado con malestar emocional (tristeza, soledad, enfado, ansiedad). La persona se encuentra en un círculo vicioso. En momentos de malestar, siente el impulso incontrolable de comer. Es como un “clic” en el que se pierde el control sobre la cantidad y el tipo de alimentos que se ingieren. A pesar de que, en un primer momento, puede ser un “consuelo” del malestar inicial, al poco tiempo, aparecen sentimientos de culpa y rechazo.

En su historia personal, pueden haber sufrido algún tipo de carencia emocional o haber tenido una infancia difícil. Aunque han salido adelante, estas vivencias forman parte de una pesada carga que les influye en cómo gestionan su vida actual. Suelen haber sido niños/as con obesidad o sobre peso. Han sufrido comentarios negativos sobre su aspecto o su peso y tienen una percepción de sí mismos/as negativa. No están satisfechos/as con su cuerpo e intentan seguir dietas para perder peso, pero su impulsividad hacia la comida les genera grandes dificultades. Sufren fluctuaciones de peso y les cuesta mantener el peso perdido.

Si crees que sufres un trastorno por atracón o crees que le está pasando a alguien de tu entorno, no dudes en pedir ayuda. Puedes llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535 o concertar una visita orientativa online.

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El trastorno por atracón es un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) junto con la anorexia y la Bulimia. Aunque comparten la relación patológica con la comida, podemos diferenciar los siguientes síntomas:

El síntoma principal del trastorno por atracón es un impulso por comer que no se puede controlar. Sufren episodios en los que comen grandes cantidades de comida de forma compulsiva. En el momento de los atracones, la persona se siente superada por un sentimiento de pérdida de control sobre la cantidad y lo que está comiendo.

Estos atracones consisten en comer mucho y muy rápido, llegando a sentirse desagradablemente lleno. Estas conductas suelen tener lugar cuando no hay nadie y se sienten mal después. Se sienten avergonzados/as y culpables. Se estima que suele suceder mínimo una vez a la semana. A diferencia de la bulimia, no se llevan a cabo conductas para compensar el efecto de los alimentos ingeridos.

Aunque hay preocupación por el peso y la imagen corporal, no hay una distorsión en cómo perciben su propio cuerpo. Sienten desagrado por su imagen y desean cambiarla, pero el miedo a ganar peso no es tan extremo como en la anorexia. Los sentimientos depresivos y la culpa vienen generados por la incapacidad de controlar la alimentación.

Intentan seguir una dieta para perder peso, pero de forma menos drástica que en la bulimia o la anorexia. Suelen tener un seguimiento de la dieta intermitente, arrollados por actos impulsivos de comer en exceso.

La persona que sufre estos episodios es más fácil que reconozca que tiene un problema con la alimentación comparado con el resto de TCA. La mayor barrera que deben superar es la de la vergüenza. A menudo no piden ayuda para evitar que su entorno sepa lo que les pasa o no quieren explicarlo por miedo a ser juzgados/as.

Los sentimientos depresivos, la frustración, la percepción de que no consiguen controlar su conducta, generan mucho sufrimiento. A menudo los atracones están relacionados con altibajos emocionales (estrés, nerviosismo, aburrimiento, tristeza, enfado,…). No olvidemos que como el resto de TCA, la problemática con la comida es el síntoma visible. Es una señal de alarma que nos indica que las herramientas disponibles para afrentarnos a los retos de la vida están fallando.

No dude en consultar con profesionales en trastornos de la conducta alimentaria, tiene solución. Cuanto antes se actúe, antes conseguiremos dejarlo atrás. Si desea más información puedes visitar nuestra página sobre el tratamiento del trastorno por atracón

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El trastorno por atracón es un trastorno de la conducta alimentaria grave que puede tener consecuencias a nivel emocional y físico. Se caracteriza por sufrir episodios de ingesta de grandes cantidades a alimentos en un corto periodo de tiempo. Estos episodios, denominados atracones, generan un fuerte sentimiento de culpa y arrepentimiento.

A nivel emocional, supone un importante desgaste para la persona que lo sufre. La incapacidad para controlar los atracones genera sentimientos intensos de culpa, vergüenza y frustración. Se vive como “falta de voluntad” y son continuos auto reproches. Con el tiempo, estos sentimientos pueden ir minando la autoestima y surgen sentimientos depresivos que varían en su intensidad. En algunos casos, pudiendo llegar a autolesionarse y a tener ideaciones suicidas. Cuanto más tiempo pase antes de reconocer que hay un problema y más se tarde en pedir ayuda, peor será la evolución.

A nivel físico, la alimentación descontrolada suele desembocar en obesidad, con los consiguientes problemas de salud que puede comportar: hipertensión, riesgo cardiovascular, diabetes. Al contrario que en la bulimia, en el caso del trastorno por atracón, no se realizan conductas compensatorias como el vómito, uso de laxantes, ejercicio físico, etc. en un intento nada saludable de contrarrestar los efectos de la ingesta.

Desde el punto de vista clínico se valora la gravedad del trastorno por la cantidad de atracones. Se considera leve cuando hay entre 1-3 atracones por semana, pudiendo llegar a situaciones graves o extremas cuando se suceden más de 8 o más de 14 atracones por semana.

Es muy importante poner freno a esta situación que poco a poco va adueñándose de nuestra vida. El primer paso es pedir ayuda. En Ita Salud Mental somos especialistas en el tratamiento de trastornos de la conducta alimentaria. Puede consultarnos su caso llamando al teléfono gratuito 900 500 535. También puede concertar una visita diagnóstica presencial o online para que podamos valorar su caso.

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Con frecuencia las personas que acuden a nuestros centros nos explican que el inicio de los atracones empezó con el intento de seguir una dieta muy restrictiva para perder peso. Aunque durante unos años, se consideró que restringir la alimentación era la causa del aumento de la voracidad y una mayor necesidad de comer compulsivamente, hoy sabemos que las emociones influyen mucho más.

Los atracones se relacionan más con una función “calmante” o “anestésica”. En un primer momento la comida ofrece una evasión ante un malestar emocional. Se recurre a una ingesta exagerada y compulsiva en un intento de calmar los niveles de ansiedad. El elemento común de los atracones suele ser la tensión o el malestar emocional (tristeza, soledad, estrés, ansiedad, etc.). Se empieza con ganas de comer algo y, en soledad, se pierde el control de la cantidad de alimentos que se ingieren. Aunque un primer momento, puede calmar el malestar inicial, pronto aparece la culpa y la vergüenza.

La causa más profunda la encontramos en cierta fragilidad o incapacidad para gestionar situaciones complejas o que resultan difíciles de afrontar. Suele ser frecuente haber vivido experiencias dolorosas en la infancia o la adolescencia, abusos físicos, sexuales, abandono o rechazo. Las personas con este bagaje han sufrido carencias que han ido minando el desarrollo de capacidades y habilidades para gestionar los desafíos de la vida, y las hace vulnerables a sufrir el trastorno.

El gran peso de la parte emocional en el desarrollo del trastorno requiere un abordaje principalmente psicológico para su tratamiento. En Ita Salud Mental nuestro objetivo va más allá de conseguir el control de la ingesta. Trabajamos para recuperar el bienestar físico y emocional.

Si quiere más información puede llamarnos al número gratuito 900 500 535 o concertar una visita presencial o online desde el apartado de reservar cita

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El tratamiento del trastorno por atracón, como en el resto de trastornos de la conducta alimentaria, es multidisciplinar. Puesto que afecta a diferentes áreas de la persona, psicológica, física y social, conviene un tratamiento en el cual estén implicados profesionales de diferentes áreas.

Tratamiento psicológico
Si existe sobrepeso u obesidad, al mismo tiempo que se inicia el tratamiento psicológico, se realiza una valoración física. Se valora el estado general para controlar las posibles patologías asociadas al sobrepeso, como la diabetes, el colesterol, los problemas cardiovasculares, etc.

En una primera fase, el tratamiento psicológico se enfoca en conseguir los siguientes objetivos:
- Disminuir la frecuencia de los atracones.
- Disminuir la cantidad de alimentos que se ingieren en cada atracón.


En fases posteriores, se exploran los problemas de gestión emocional y los problemas interpersonales que están influyendo tanto en el desarrollo, como en el mantenimiento de los atracones. Se desarrollarán nuevas estrategias para afrontar las situaciones difíciles.

Para la prevención de recaídas es importante identificar qué situaciones provocan los atracones. Se trabaja cómo identificar las “señales” que preceden a los atracones, y cómo enfrentarse con nuevas estrategias.

Tratamiento nutricional
En el trastorno por atracón hay un deterioro de los hábitos alimentarios. A menudo se siguen patrones disfuncionales como restricciones de comida por las mañanas, cantidades dobles de alimentos, comidas nocturnas o picoteo, etc. Por ello, paralelamente al tratamiento psicológico, es importante trabajar la adherencia a hábitos alimentarios saludables.

Recomendar una dieta hipocalórica sería perjudicial, puesto que puede favorecer los episodios de ingesta compulsiva. El tratamiento nutricional consiste en una “reeducación” en la alimentación, que va más allá de la simple información. Se trabaja de forma personalizada el tipo de alimentación, la distribución de las comidas durante el día, la calidad y cantidad de tiempo que se dedica a la comida, etc.

Es importante aprender a diferenciar entre “sensación de hambre” y “sensación de apetito”. El hambre sería la respuesta instintiva del organismo cuando necesita alimento, y el apetito es el deseo de comer.

Si desea más información, puede visitar nuestra página sobre tratamiento del trastorno por atracón

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El tratamiento farmacológico puede ser una ayuda inicial para la reducción del número de atracones. Los episodios de ingesta compulsiva de grandes cantidades de alimentos, son la parte visible del trastorno, la punta del iceberg.

Para conseguir una total recuperación es importante trabajar la parte emocional y psicológica que causa y mantiene el trastorno. Los atracones están relacionados, no sólo con el seguimiento de dietas restrictivas, sino, con una manera de afrontar estados emocionales negativos. La llamada “alimentación emocional” es una forma de calmar sentimiento de tristeza, soledad, rechazo, aburrimiento, etc. Es un acto de se lleva a cabo de forma impulsiva, sin pensar, la vivencia de pérdida de control es muy intensa. Aunque en un primer momento nos calma, enseguida nos sentimos culpables y empiezan los auto reproches que van minando la autoestima.

Para dejar atrás este funcionamiento necesitamos seguir un trabajo psicológico que nos ayude a detectar que aspectos de nosotros mismos están fomentando el trastorno y a desarrollar nuevas estrategias para hacerles frente. El tratamiento farmacológico puede ser una ayuda puntual, pero no un tratamiento único, ni a largo plazo. Combinado con el abordaje psicoterapéutico, la medicación antidepresiva y los supresores del apetito, entre otros, pueden ayudar a disminuir la frecuencia de los atracones.

En Ita Salud Mental somos especialistas en el tratamiento de Trastornos de la Conducta Alimentaria. Te ayudamos a conseguir el equilibrio mental que permite llevar una vida autónoma lejos de la enfermedad. Puedes llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535 o concertar una visita diagnóstica presencial u online.

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La mejor ayuda que podemos ofrecer a una persona que sufre un trastorno por atracón, es animarla a consultar a profesionales especialistas en trastornos de la conducta alimentaria.

< Sufrir un trastorno por atracón implica una relación obsesiva con la comida. Llevan a cabo atracones de forma repetitiva, a pesar de ser conscientes que les es perjudicial. Intentar ayudar con consejos u ofreciendo información, con la mejor de las intenciones, no es suficiente. La persona ya es consciente y odia su conducta, pero se encuentra atrapada en un bucle de impulsos que no puede controlar.

El tratamiento del trastorno por atracón implica a profesionales de diferentes disciplinas. En un primer momento, se evaluará el estado físico. Si existe sobrepeso u obesidad, se controlarán posibles problemas derivados como diabetes, hipertensión o alteraciones metabólicas que, a su vez, pueden estar alterando la sensación de hambre y saciedad. El endocrino o nutricionista, intervendrá para valorar los hábitos alimentarios y, coordinado con el resto de profesionales, acompañará a la persona para conseguir cambiar el patrón disfuncional que pueda haberse instaurado.

Desde el punto de vista psicológico, se trabajará la reducción progresiva de los atracones dotando a la persona de nuevas estrategias para hacer frente a los momentos de pérdida de control frente a la ingesta. El tratamiento individualizado, ahondará en las relaciones con el entorno para identificar las áreas problemáticas y, poder así, hacerles frente.

Desgraciadamente, muchas personas que acuden a nuestros centros tienen la vivencia de que han fracasado. Creen que superar su trastorno es una cuestión de voluntad y se consideran a sí mismas como débiles. Se culpan por no poder controlarse. Es importante recordarles que estamos frente a un trastorno de la conducta alimentaria grave, que afecta a su calidad de vida y que comporta un sufrimiento mental importante.

Cuanto antes se consiga ayuda profesional antes conseguirán retomar su vida y vencer a la enfermedad. Si desea más información no dude en llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535 o puede pedir una cita diagnóstica presencial u online en nuestra web.

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Para superar el trastorno por atracón es importante ir más allá del síntoma. Si nos centramos únicamente en los atracones y el intento de control de la comida, difícilmente podremos atajar el problema. El problema no es sólo dejar de comer compulsivamente, si pudieran hacerlo, ya no sería un problema.

La soledad es un sentimiento profundo en las personas que sufren este tipo de trastorno. A menudo, viven en un aislamiento emocional, ponen límites a relaciones que implican intimidad. No acostumbran a compartir abiertamente de lo que les pasa con los demás. En su intimidad, se sienten abatidos por sus hábitos alimenticios y el peso. Intentan seguir dietas y cada atracón se vive como un fracaso. Sin alertar a nadie de su entorno, creen que es una cuestión de voluntad y que no son suficientemente fuertes. Han aceptado la creencia extendida en la sociedad actual que perder peso es cuestión de voluntad y que quien no lo consigue es débil. Estos pensamientos generan fuertes sentimientos de culpa, vergüenza y auto reproches que van haciendo mella en la autoestima.

Gracias a numerosas investigaciones, hoy en día sabemos que los atracones están fuertemente relacionados con la parte emocional. Los atracones suelen darse cuando estamos deprimidos, enfadados, tristes, etc. Es una forma de buscar consuelo o alivio frente a estos sentimientos negativos. Aunque en un primer momento podemos sentirnos aliviados, pronto aparece el arrepentimiento y la rabia hacia uno mismo/a por lo que ha hecho. El seguimiento de dietas restrictivas y sus “alimentos prohibidos” no son una ayuda para evitar los episodios de sobre ingesta. El sufrir restricciones durante periodos de tiempo más o menos largos, influye en un aumento del deseo de comer y sobre todo, aquellos alimentos que la dieta ha limitado.

El primer paso para superar el trastorno por atracón es pedir ayuda. Si alguien de su entorno o usted sufre este trastorno, en Ita Salud Mental tenemos un programa ambulatorio específico. Si desea más información puede llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535 o pedir una visita diagnóstica online o presencial.

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