Cuando vamos caminando por la calle o haciendo scrolling en las redes sociales, empiezan a aparecer anuncios de tiendas de ropa y de moda, que parecen muy conocidos. De alguna manera, es como un Deja-Vu que genera cierta incomodidad. Entonces, nos damos cuenta de que es la moda de los 2000: ¿El Y2K estará haciendo su retorno? Todos nos acordamos de esa época, las sombras de ojos celestes, los brillantes en las chaquetas de lona, las plataformas de Steve Madden, pero también nos acordamos de esos tejanos de cadera extremadamente baja, los tops ultracortos y las minifaldas, acompañadas de la prenda más importante, el abdomen plano y el cuerpo esbelto, que se debía obtener a toda costa para poder lucir esta moda.
Conceptualizando la moda de los 2000
Debido al culto al cuerpo que se generaba en esta época, la cultura Pop promovía con ayuda de los artistas y famosos las infames dietas, donde la restricción calórica y la renuncia a los carbohidratos son su principal enfoque, como la Dieta South beach, Atkins, Keto, etc. Acompañando a estas dietas, nace el movimiento del Clean eating, que se inicia con la finalidad de mejorar nuestras elecciones alimentarias para mejorar nuestro metabolismo y nuestra salud. Sin embargo, este movimiento crea también una fijación con la comida y el cuerpo, que evoluciona en conductas obsesivas, promoviendo y normalizando las conductas alimentarias dañinas.
El cuerpo idealizado era insostenible, debía cumplir unos parámetros poco realistas que iban acompañados de dietas extremas y ejercicio exuberante. Gradualmente, la cultura pop comienza a renunciar a estos estándares tan poco inclusivos e inicia el movimiento del “Body positive image”.
En este movimiento, se intentan modificar los estándares de belleza, dándole también reconocimiento a la belleza que hay en las curvas y en los cuerpos de todos los tamaños. Entre las figuras más influyentes en esta tendencia, nos encontramos con las hermanas Kardashian, las reinas de las curvas. Sin embargo, durante este último año, ellas también han empezado a renunciar a sus curvas, promoviendo cuerpos más esbeltos. Kim Kardashian para el Met Gala del año 2022, admite haber perdido una cantidad muy significativa de peso, de una manera peligrosa y poco recomendable.
Los riesgos que tiene la moda y cómo prevenirlos
La moda ha jugado un papel muy importante en la forma que visualizamos nuestro cuerpo. La cultura pop puede ser muy influyente en nuestra autoimagen.
Hoy en día, con las redes sociales, existe un acceso más rápido y masivo a estas tendencias, siendo aún más fácil influenciar a sus seguidores. Se ha observado que esta exposición afecta al nivel de autoestima y a la salud mental de las personas. La angustia que genera la moda por la constante necesidad de moldear nuestros cuerpos y la constante persistencia de la gordofobia, llevan a que las personas tomen medidas extremas para obtener resultados, como: dietas, pastillas, cirugías, etc. El malestar generado alrededor de querer encajar en este ideal puede llegar hasta promover distintos trastornos mentales, entre ellos los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Dentro de los trastornos alimentarios, nos podemos encontrar con la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón y el no especificado. De todos los trastornos mentales, la anorexia nerviosa es el que implica mayor riesgo de mortalidad. Aunque la principal afectación de estas conductas alimentarias es mental, no dejan de ser influenciadas y promovidas por ciertas tendencias.
Una población fácilmente perjudicada por las tendencias son los adolescentes, que se encuentran en el proceso de encontrar su identidad y de fortalecer su estima. Cuando observan estos cuerpos, estilizados y probablemente modificados digitalmente para poder lucir ciertos “looks”, los comparan con sus cuerpos reales y en desarrollo, y esto puede generarles frustración y fácilmente llevarlos por estas malas prácticas.
Podemos ayudar a prevenir los trastornos mentales y alimentarios, educando a la población sobre ellos, combatiendo los prejuicios que existen alrededor del cuerpo, desmitificando lo que significa ser gordo o delgado y creando consciencia de las consecuencias a largo plazo de sus prácticas.
La moda puede ser una herramienta muy influyente en nuestras vidas; utilicémosla para expresar nuestras ideologías y acentuar nuestra belleza. Renunciemos a la idea de que nuestro cuerpo es un accesorio más que debe ser modificado a la moda del momento y trabajemos en agradecer y reconocer todo lo que podemos hacer en nuestro día a día gracias a él.