Hace 20 años que ITA formó su red de recursos especializados en salud mental, centrándose en los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), que fueron las primeras patologías a las que dedicó su actividad.

Según datos de la Sociedad Española de Patología Dual, 6 de cada 10 personas con adicción a drogas en España sufren, además, un trastorno mental. La coexistencia de estas dos enfermedades es lo que los expertos han acordado llamar “Patología Dual”.

La anorexia nerviosa es uno de los llamados Trastornos de la Conducta Alimentaria junto con la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y otros trastornos de la ingesta menos conocidos. Actualmente constituyen la tercera enfermedad crónica en adolescentes y afectan a un 6% de la población joven, de entre 14 y 21 años. La Anorexia Nerviosa afecta al 1% de la población.

Hoy, 9 de septiembre se celebra el Día Mundial del Síndrome de Alcoholismo Fetal. Conocido por sus siglas SAF. Se trata de un conjunto de alteraciones que presentan los niños y niñas cuyas madres ingieren alcohol durante el embarazo. No beber durante la gestación, e incluso antes, es la mejor manera de prevenirlo.

Los problemas alimentarios suelen detectarse mayoritariamente en la adolescencia. Los llamados TCA: anorexia, bulimia y trastorno por atracón son los más habituales entre la población de 13 a 17 años. Detectar de manera precoz estas enfermedades en los institutos supone un avance en cuanto a la prevención de estas enfermedades. Los trastornos alimentarios se consideran un problema de salud pública por su elevada incidencia, especialmente entre los jóvenes.

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria, conocidos como TCA, comprenden anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno por atracón. Son muy complejos, tienen múltiples causas y afectan al 6% de la población de entre 14 y 21 años. Actualmente son la tercera enfermedad crónica en los adolescentes.

Con la llegada de las vacaciones es habitual que adolescentes y jóvenes salgan de noche y no se quieran perder ni una de las verbenas o fiestas del verano. Es entonces cuando los menores nos piden que les “dejemos salir” y cuando surge una de las principales preocupaciones de los padres de hijos adolescentes: el consumo de las llamadas “sustancias psicoactivas”, como el alcohol, la cocaína o la marihuana.

El verano es un magnífico momento para disfrutar de actividades familiares al aire libre: paseos, rutas, ir en bicicleta, salir a jugar al parque, competir en partidos de fútbol…son actividades que no solo contribuyen a mantener un buen estado de salud, también mejoran las dinámicas relacionales familiares.