Preguntas Frecuentes

Preguntas Frecuentes Sobre anorexia



  • Querer perder peso siguiendo una dieta, no necesariamente significa que sufras un trastorno alimentario como la anorexia. Cuando la necesidad de perder peso se convierte en una obsesión que controla y condiciona tu día a día, es indicativo que la relación con la alimentación no es saludable. La preocupación constante por la comida, el sentimiento de culpa por haber comido, evitar comer con amigos o familia, necesidad de hacer ejercicio tras las comidas, etc. son indicadores que puedes estar sufriendo un trastorno alimentario.

    En la página web de Ita Salud Mental dispones de un breve test que, aunque es orientativo, puede ser un primer paso para saber si sufres anorexia

    También tienes a tu disposición un teléfono gratuito donde puedes consultarnos: 900 500 535.

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  • A menudo puede ser difícil para la familia y amigos ver si alguien sufre anorexia o si se está gestando un trastorno alimentario. El hecho que normalmente la anorexia se inicie en la adolescencia aumenta la confusión. Algunos de los síntomas emocionales de la anorexia, como el aislamiento, la irritabilidad, la preocupación por la imagen, etc. son característicos de esta etapa de cambio y, por sí solos, no son motivo de alarma. En cambio, sí debería ser motivo de consulta si vemos que además de estas actitudes, hay una preocupación excesiva por la comida y la pérdida de peso. A pesar de tener un peso adecuado o incluso estar delgada/o, sigue viéndose en la necesidad de adelgazar.

    Ita es un centro especializado en trastornos alimentarios con más de 20 años de experiencia. Disponemos de un teléfono gratuito de consulta: 900 500 535, donde podemos resolver tus dudas sobre la anorexia.

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  • La pérdida de peso no es un criterio determinante para considerar que estamos ante un caso de anorexia nerviosa. A menudo la persona no sólo sufre anorexia, puede y suele convivir, con la bulimia o con el trastorno por atracón. También es habitual que la persona con anorexia tenga depresión, ansiedad, problemas de conducta o consumo de tóxicos. El diagnóstico de la anorexia nerviosa y posibles trastornos asociados debe ser realizado por profesionales de la salud mental. Un buen análisis y diseño del tratamiento personalizado condicionará en gran medida la evolución y la cura de la anorexia.

    En este enlace puedes consultar las diferentes áreas disponibles en Ita para el tratamiento de la anorexia y los diferentes trastornos alimentarios. Incluyen un área psicopedagógica, médica y psicológica.

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  • La cura de la anorexia nerviosa no se centra únicamente en la recuperación del peso, es necesario recuperar el bienestar físico y emocional. Para conseguirlo es fundamental ponerse en manos de profesionales que evalúen la situación de cada persona. Un primer paso es analizar e identificar los factores que mantienen el problema, para así, diseñar el tipo de tratamiento más adecuado.

    El proceso terapéutico se basa en el paciente, la familia y su entorno. Es por ello que en Ita disponemos de una amplia red de centros especializados en la atención de la anorexia nerviosa y la familia de la persona afectada. Hospitalización, hospital de día, servicio psicopedagógico, psicológico, etc. nos permiten dar respuesta a las necesidades terapéuticas en cada momento, evitando esperas en las derivaciones y garantizando una continuidad en el tratamiento.

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  • Pedir ayuda es el primer paso para superar la anorexia nerviosa. Se trata de un trastorno que afecta varias facetas de la persona. Además de la parte emocional y el sufrimiento mental que comporta, hay que añadir el aislamiento social que poco a poco se va instalando, así como problemas físicos importantes por las restricciones alimentarias. Por ello, es importante consultar cuanto antes a los profesionales y poner en marcha un tratamiento que implica: médicos, psicólogos, dietistas, etc.

    En Ita disponemos de un equipo multidisciplinar que permite diseñar un tratamiento personalizado para la anorexia en el que se incluyen todas las áreas afectadas y su entorno familiar.

    Te invitamos a visitar nuestro blog donde puedes leer experiencias de personas que cuentan su lucha por superar la anorexia y otros trastornos alimentarios.

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  • Podemos sentirnos desorientados, frustrados e inseguros al no saber cómo ayudar a una persona que sufre anorexia. Muchas veces la persona no es consciente de su problema o lo minimiza. Enfrentarnos directamente castigando u obligando a comer y acabar en discusiones, aunque se haga con la mejor intención, no ayudará a resolver la situación.

    Debemos tener la seguridad que la mejor forma de ayudar a nuestro familiar o amigo/a que sufre anorexia, o que sospechamos que puede estar sufriendo este trastorno alimentario, es animándole a buscar ayuda profesional.

    En Ita ponemos a tu disposición un teléfono gratuito de consulta: 900 500 535.

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  • Al ser un trastorno que afecta a varias facetas de la persona, el abordaje es multidisciplinar. La alteración de la alimentación conlleva unas consecuencias físicas, por lo que es necesario que un médico se implique en el tratamiento. Realizará las exploraciones necesarias para valorar la repercusión que ha tenido la limitación de los alimentos en el organismo.

    Por otro lado, la anorexia nerviosa indica que hay un sufrimiento emocional que la está provocando. El tratamiento psicológico es fundamental para ayudar a la persona en la gestión de las emociones que pueden estar manteniendo el trastorno.

    En general, la calidad de vida de la persona se verá afectada. Puede haber una ruptura con el proyecto vital (estudios, laboral, relaciones, etc.). Facilitar que se pueda continuar con los estudios implica a pedagogos o psicopedagogos.

    Aunque el tratamiento puede llevarse a cabo a nivel ambulatorio, cuando la persona se encuentra en un peso crítico que pone en riesgo su salud es inevitable la hospitalización. La implicación de la familia en según qué fases del tratamiento es muy importante.

    En Ita disponemos de asesoramiento familiar, formación específica para la familia y grupos de encuentro de familias dirigidos por especialistas en trastornos alimentarios.

  • La franja de edad más frecuente de aparición de la anorexia se sitúa entre los 12 y los 25 años. Afectando mucho más a mujeres que a hombres.

    La probabilidad de sufrir anorexia en la edad adulta es baja, aunque no por ello debemos descartarla basándonos sólo en este dato. Es importante tener en cuenta que el inicio en la adolescencia y el hecho que sea más frecuente en mujeres que en hombres, es un dato estadístico que nos ayuda a hacernos un “retrato” del trastorno, pero no tiene valor diagnóstico. Es decir, no significa que no se pueda sufrir este trastorno en cualquier momento de la vida.

    Si sientes que tu relación con la comida es fuente de malestar o bien observas conductas de riesgo en alguna persona de tu entorno, independientemente de si se es hombre o mujer, o de la edad, lo principal es pedir ayuda a especialistas en trastornos alimentarios. En Ita podemos ayudarte, somos un centro especializado en trastornos alimentarios. Puedes llamarnos al siguiente teléfono gratuito 900 500 535.

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  • Para entender cómo se desarrolla la anorexia es importante no olvidar el término “nerviosa”. A nivel coloquial no se utiliza, pero añade un aspecto muy importante a tener en cuenta: el origen psicológico. No podemos entender este trastorno únicamente como un caso de dieta rigurosa y adelgazamiento, sino que va más allá. La reducción de la ingesta, el exceso de ejercicio, las conductas purgativas, etc. sería la parte más visible. Estas conductas se desarrollan como un intento de la persona para manejar un sufrimiento mental subyacente: la visión distorsionada del propio cuerpo, el miedo desmedido a subir de peso, la obsesión de control de la autoimagen, etc.

    La implicación de psicólogos especialistas en trastornos alimentarios es fundamental para superar este trastorno, ya sea a nivel ambulatorio o bien mediante un ingreso en un centro especializado. Si se ha llegado a un índice de masa corporal que afecta considerablemente a la salud física, es conveniente que la persona ingrese en un centro especializado. Al ser un trastorno que afecta a varios ámbitos de la persona (físico, mental y social), hace que se requiera un abordaje multidisciplinar (médicos, psicólogos, dietistas, educadores, etc.)

    En Ita Salud Mental ponemos a tu disposición una amplia red de centros dedicados al tratamiento integral de los trastornos alimentarios y las problemáticas asociadas.

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  • En general, los síntomas de anorexia nerviosa en hombres no son muy diferentes a los de las mujeres, aunque en los hombres puede haber una obsesión por el ejercicio físico como síntoma predominante. La pérdida de peso en sí, puede pasar más desapercibida. A nivel social, los hombres pueden sentirse más presionados por tener un cuerpo musculado y no tanto por la delgadez, como referente de belleza.

    La anorexia nerviosa en hombres es menos frecuente que en mujeres. En concreto, 1 de cada 10 casos de anorexia se atribuye al sexo masculino, aunque existen diferentes factores que dificultan la detección de estos casos, por lo que este dato podría verse alterado.

    También el hecho que algunos de los signos de alarma más evidentes son propios de la fisiología femenina, como la amenorrea, puede influir en una menor detección del trastorno.

    En el caso de los hombres es más frecuente sufrir bulimia nerviosa o trastorno por atracón, mientras que la restricción de alimentos puede ser más ocasional. Esto hace que la pérdida de peso no sea tan evidente, por lo que puede permanecer oculto el trastorno por más tiempo.

    Por todos estos factores es importante acudir en fases tempranas a un centro especializado en trastornos alimentarios para un buen pronóstico y recuperación.

    En Ita Salud Mental trabajamos para conseguir el bienestar físico y emocional, puede consultar nuestra unidad de trastornos de la conducta alimentaria.

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  • Los primeros síntomas de anorexia que suelen dar la voz de alarma consisten en:

    • - Pérdida de peso en un poco espacio de tiempo
    • - Seguir una dieta de adelgazamiento a pesar de tener un peso adecuado o por debajo de los saludable
    • - Practicar ejercicio físico en exceso
    • - Mareos o desmayos
    • - Aislamiento físico y emocional


    No debemos subestimar las estrategias para disimular los efectos que puede estar causando la anorexia. Es frecuente que la persona afectada utilice ropa ancha para no mostrar el cuerpo. Es común también evitar comer en familia (e incluso con amigos) y si se sientan a la mesa desaparecen rápidamente después de comer. Durante las comidas parten la comida en trozos pequeños, la esconden o la esparcen por el plato.

    La negación del problema es un importante muro que debemos superar. A menudo la persona que sufre este trastorno no es consciente y niega abiertamente el problema. Incluso puede reaccionar de forma agresiva si se intenta hablar de ello o al ofrecer ayuda.

    En Ita Salud Mental disponemos de un teléfono gratuito 900 500 535, no dude en contactar con nosotros si cree que alguien de su entorno puede estar sufriendo este problema. Recuerde que cuánto antes se pueda valorar la situación, mejor será el pronóstico.

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  • La causa de la anorexia es multifactorial, es decir, que existen factores psicológicos, genéticos, biológicos y sociales que intervienen en la aparición del trastorno.

    Para entender un poco más como contribuyen estos factores debemos entender el concepto de “vulnerabilidad”. Cuando una persona cumple una serie de características, hablamos de una persona vulnerable a sufrir este trastorno. Si a esta vulnerabilidad, se le suma una experiencia estresante o traumática, entonces la probabilidad de sufrir el trastorno aumenta considerablemente. La pérdida de un ser querido, la presión en los estudios, un desengaño amoroso, una pelea entre amigas… actúa como desencadenante del trastorno.

    ¿Quién puede ser vulnerable a sufrir anorexia?

    Factores psicológicos
    A nivel psicológico o de personalidad definiríamos a las personas vulnerables como muy perfeccionistas, sobre todo con ellas mismas. A menudo son perfeccionistas de forma obsesiva, este rasgo responde a su necesidad de controlar.

    Tienen dificultades para gestionar las emociones, por ejemplo les cuesta identificar y gestionar sus propios sentimientos. Su pensamiento es rígido, las cosas son blancas o negras, no hay término medio. Les puede costar adaptarse a los cambios en su entorno.

    Suelen tener una autoestima baja. El concepto que tienen sobre si mismas/os es negativo tanto a nivel de forma de ser, como físicamente. Incluso llegando a sentir rechazo o asco hacia su propio cuerpo.

    Factores genéticos
    Aunque no se ha identificado claramente un gen responsable del trastorno alimentario, el hecho que haya antecedentes de trastorno alimentario en la familia, hace que la persona sea más vulnerable a sufrir este trastorno.

    Factores sociales y culturales
    La sociedad actual considera la delgadez como modelo de belleza y éxito, reforzando la creencia que estar delgada es la solución a todos los problemas o es sinónimo de éxito.

    En Ita Salud Mental disponemos de un equipo multidisciplinar que pueden ayudarle ya sea a nivel ambulatorio o bien con un ingreso en nuestro centro especializado en trastornos alimentarios. Si desea asesoramiento puede llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535

  • Aunque no se ha identificado como causa directa, si sabemos que el entorno sociocultural influye en el desarrollo y mantenimiento de la anorexia nerviosa. Desgraciadamente a nivel social se fomenta la delgadez como modelo de belleza y además, se asocia con el éxito, la aceptación social, el triunfo. Los adolescentes, aún en proceso de desarrollo a nivel de identidad y personalidad, son más vulnerables a estos modelos de belleza distorsionados y poco saludables. La importancia de los amigos y del grupo durante este momento vital, amplifica el impacto de las opiniones sobre el aspecto físico que si están influenciadas por estas creencias sociales pueden ser devastadoras para una personalidad aún en construcción.

    A través de los medios de comunicación y la publicidad se promocionan productos alimentarios supuestamente saludables para adelgazar y conseguir este ideal distorsionado. Nos bombardean con dietas y promesas de pérdida de peso en poco tiempo. Es frecuente que actores o actrices se conviertan en embajadores de estas dietas con poco rigor científico y fruto de la moda del momento. El entorno digital, al permitir editar y retocar las imágenes, facilita que se difundan cánones de belleza irreales y poco a poco se convierten en ideales estéticos imposibles de alcanzar.

    El mundo de la moda contribuye también en la difusión de cánones de belleza imposibles utilizando modelos que no responden a medidas saludables en desfiles y publicidad. Si las tallas disponibles en las tiendas no se corresponden con las medidas de las personas del mundo real, son causa de frustración y alimentan la creencia que hay que estar más delgados.

    La educación y el desarrollo de jóvenes críticos con los modelos sociales impuestos es la mejor forma de luchar contra estereotipos de belleza poco saludables. Desde las asociaciones de lucha contra a los trastornos alimentarios se llevan a cabo programas de sensibilización en las escuelas e institutos.

  • La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio en el que la persona que lo padece siente un temor desmedido a ganar peso, a pesar de tener un peso inferior al considerado saludable. Hay una distorsión de la propia imagen, creen estar en sobrepeso a pesar de que su peso es inferior al normal. En función de las estrategias seguidas para lograr su objetivo de perder peso a toda costa, se denominará anorexia restrictiva o anorexia purgativa.
    Cuando para conseguir perder peso la conducta predominante consiste en restringir los alimentos, hablamos de “anorexia restrictiva”. En cambio, cuando hay episodios de atracones y para evacuar los alimentos que se han consumido se recurre al vómito y/o uso de laxantes, hablamos de anorexia purgativa.

    No es extraño que una persona que sufre anorexia nerviosa sufra también bulimia o episodios de atracones. Estos episodios generan sentimientos de culpabilidad y depresión. Son falsamente vividos como un fracaso en su objetivo de no engordar.

    Si desea más información sobre la anorexia nerviosa u otro trastorno de la conducta alimentaria puede llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535. En Ita Salud Mental ponemos a su disposición una red de centros especializados en el territorio español.

  • La principal diferencia entre anorexia restrictiva y purgativa reside en las conductas desarrolladas por la persona para evitar ganar peso. En la anorexia restrictiva, desarrolla una serie de estrategias en su vida cotidiana para restringir los alimentos. Pueden decir que ya han comido cuando no es verdad, evitan comer en compañía, ya sea con la familia o con amigos, a menudo. Si se sientan a comer, acostumbran a utilizar diferentes recursos como beber mucha agua para así llenarse el estómago y comer menos, incluso, esconder la comida para hacer ver que han comido.

    En la anorexia purgativa, además de la restricción de la comida, se van sucediendo momentos de atracones compulsivos o bulimia. Ante los sentimientos de culpa de estos episodios, se intenta contrarrestar provocándose el vómito y/o bien consumiendo laxantes en un intento de mantener el control sobre el peso.

    Recordamos que los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades que pueden desembocar en graves consecuencias para la persona a nivel físico y psicológico. Una detección precoz del trastorno es primordial para una pronta recuperación. Si cree que alguien de su entorno puede estar sufriendo un trastorno alimentario consulte lo antes posible con profesionales especializados. Si desea más información puede llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535.

  • Para controlar la anorexia el primer paso es ponerse en manos de profesionales especialistas en trastornos de la conducta alimentaria. Una vez en la consulta, el equipo diagnosticará el tipo de trastorno y hará una exploración física. El tratamiento puede realizarse en régimen ambulatorio, en Hospital de Día o bien mediante un ingreso en un centro.

    En líneas generales, en las primeras visitas a nivel ambulatorio un profesional te ayudará a ir elaborando un registro de la ingesta de alimentos, el tipo de ejercicio físico y el uso de laxantes y/o diuréticos. Se pautará un tratamiento farmacológico para ayudar en estos primeros pasos hacia el control de la enfermedad.

    En los casos en que el estado físico sea grave, es decir, la persona se encuentre en un estado de desnutrición severa, el tratamiento se hará mediante un ingreso. Es importante empezar por controlar los graves desequilibrios metabólicos causados por la restricción de alimentos.

    El tratamiento de la anorexia requiere la implicación de profesionales de diferentes disciplinas: médicos, psicólogos, terapeutas ocupacionales, educadores, etc. Se trata de un trastorno que afecta a diferentes ámbitos de la persona. Por un lado, conlleva un deterioro físico y un sufrimiento emocional importante, así como, la afectación de las actividades cotidianas (estudios, trabajo, entorno social, etc.). En Ita Salud Mental disponemos de un equipo multidisciplinar para ayudar a las personas que sufren anorexia u otro trastorno de conducta alimentaria a superar este trastorno y volver a retomar el control sobre su vida.

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  • La pérdida de peso acarrea consecuencias físicas importantes. Algunos de los primeros síntomas que indican que el cuerpo no está recibiendo los nutrientes necesarios son los siguientes:

    • · Sensación de frío constante: manos y pies fríos.
    • · En las mujeres suele desaparecer la menstruación (amenorrea).
    • · Aparición de un bello fino (lanugo) en la cara y el cuerpo (vientre, espalda).
    • · Piel y cabello seco.
    • · Estreñimiento.

    Si se mantiene la restricción de alimentos, la desnutrición empezará a afectar a órganos como el corazón, riñones, sistema nervioso, huesos e incluso puede llegar la muerte.
    La anorexia nerviosa es un trastorno mental grave. Una intervención rápida mejora considerablemente el pronóstico y su recuperación.

    En Ita Salud Mental disponemos de un equipo de especialistas multidisciplinar para hacer frente a las diferentes áreas afectadas por la enfermedad.
    Realizamos un seguimiento prolongado en el tiempo para evitar las recaídas. Tenemos un equipo de más de 800 profesionales de diferentes especialidades sanitarias: psicólogos, psiquiatras, nutricionistas, psicopedagogos, enfermeros/as y personal de apoyo.

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  • El síntoma más visible de la anorexia nerviosa es la restricción de la alimentación. La falta de nutrientes tiene un fuerte impacto en la salud física de las personas que padecen este trastorno de la conducta alimentaria. A nivel psicológico, este trastorno esconde problemas emocionales más profundos que comportan un sufrimiento mental importante.

    Consecuencias físicas:
    A nivel físico las consecuencias negativas están causadas por la restricción de los alimentos. En una primera fase, el cuerpo intenta hacer frente a la carencia de nutrientes provocada por la anorexia. Para ello, intenta conservar la energía. Puede aparecer una disminución de la presión arterial, reducción de la densidad de los huesos (osteoporosis), pérdida de masa muscular, deshidratación. El cabello y la piel seca, son un signo característico. Se puede apreciar un bello fino en la cara y el resto del cuerpo, en un intento de conservar la temperatura corporal. Durante esta primera fase, es frecuente que la persona sufra desmayos y se sienta fatigada.

    Consecuencias psicológicas:
    En las personas que sufren anorexia, hay una carencia de recursos emocionales para afrontar y gestionar los desafíos de la vida. La percepción de la realidad y de sí mismos/as a menudo se tiñe por sus creencias distorsionadas sobre sí mismos/as, su cuerpo, el entorno, etc. El aislamiento social, la falta de conciencia de la enfermedad, la baja autoestima, aboca poco a poco en estados depresivos y pensamientos obsesivos que causan mucho sufrimiento.

    El tratamiento de este trastorno debe hacer frente a las consecuencias físicas de la enfermedad y abordar el núcleo psicológico que retroalimente esta situación de deterioro y sufrimiento.

    En Ita Salud Mental llevamos a cabo un tratamiento no únicamente centrado en la recuperación del peso, sino que trabajamos para recuperar el bienestar emocional y la calidad de vida de la persona. Si desea más información, puede llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535.

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  • La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario caracterizado por miedo a aumentar de peso a pesar de tener un peso adecuado, o incluso, por debajo de lo recomendable. Las personas que sufren este trastorno desarrollan estrategias para evitar o reducir drásticamente la ingesta de alimentos. Esta restricción en la alimentación tiene una importante repercusión en su salud.

    A continuación, detallamos una lista de las consecuencias de la anorexia nerviosa agrupados. Primero, los que aparecen en fases más tempranas, y un segundo grupo, los que aparecen cuando la restricción de alimentos lleva más tiempo.

    Consecuencias a corto plazo Deshidratación
    Piel seca y cabello
    Náuseas
    Estreñimiento
    Fatiga
    Mareo
    Desmayo
    Insomnio

    Consecuencias a largo plazo Debilitamiento óseo (osteoporosis)
    Anemia
    Convulsiones
    Problemas tiroideos
    Falta de vitaminas y minerales
    Bajos niveles de potasio en la sangre
    Disminución de glóbulos blancos
    Amenorrea (ausencia de menstruación)
    Disminución de la testosterona en los hombres
    Caries dentales
    Pérdida de cabello
    Presión arterial y frecuencia cardíaca anormal
    Problemas de riñón

    Si conoce a alguien que esté experimentando algunos de estos efectos busque ayuda lo antes posible. Recuerde que la ayuda temprana aumenta las posibilidades de recuperación y reduce significativamente el riesgo de sufrir complicaciones graves.
    En Ita Salud Mental ponemos a su disposición un teléfono gratuito 900 500 535 donde podemos orientarle.

  • En nuestra web ponemos a la disposición de los usuarios un breve test que permite la autovaloración de un trastorno de la conducta alimentaria, como anorexia y/o bulimia. Este test es gratuito. Consta de 14 preguntas con 4 opciones de respuesta. Es importante que sea totalmente sincero cuando marque las respuestas. Por supuesto que la realización de este test no sustituye en ningún caso la consulta con un especialista, tiene una finalidad orientativa.
    En la práctica clínica existen diferentes test y cuestionarios que han sido desarrollados con el objetivo de evaluar de forma objetiva trastornos de la conducta alimentaria. Estos test validados por expertos, se utilizan en la práctica clínica de la psicología y la psiquiatría y permite a los profesionales realizar una valoración inicial y establecer unos criterios objetivos sobre el nivel de afectación.
    En Ita Salud Mental disponemos de una red de centros en el territorio español con una experiencia de más de 20 años en el diagnóstico y tratamiento de trastornos de la conducta alimentaria.
    Si desea más información puede contactar con nosotros a través de nuestro formulario de contacto o bien llamando al teléfono gratuito 900 500 535. Una detección temprana del trastorno permite evitar su cronicidad y limitar sus consecuencias tanto físicas como psicológicas.

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  • La anorexia nerviosa afecta a varias facetas de la persona. Por un lado, su salud física se resiente por la restricción de la alimentación. Por otro, hay un sufrimiento emocional importante: episodios de ansiedad, estados depresivos, baja autoestima, etc.

    Como consecuencia social el aislamiento es el signo más evidente. La persona cada vez se va recluyendo más en su mundo y va restringiendo el contacto social con los demás.

    El evitar el tan temido momento de las comidas, también contribuye al aislamiento. Son muchos los momentos de intercambio social íntimamente ligados a la ingesta de alimentos: cenas con amigos, comidas en familia, celebraciones ... con el objetivo de evitar estos momentos, se van desarrollando una serie de estrategias de evitación. En el caso del entorno familiar, si se les fuerza, las horas de las comidas pueden convertirse en momentos de tensión, lejos de ser un espacio de encuentro.

    La falta de conciencia de la enfermedad hace que cuando familiares y amigos muestran su preocupación, sea interpretado como hostilidad y falta de comprensión. El intercambio social deja de ser placentero para convertirse en una fuente de insatisfacción, potenciando aún más el aislamiento.

    Para romper esta situación, es necesario pedir ayuda. Si sospecha que una persona de su entorno sufre anorexia, no dude en que lo mejor que puede hacer por él/ella es consultar con los profesionales. Las relaciones pueden ser muy duras y dolorosas para todos. Llámanos al 900 500 535.

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  • Son varios los signos y símbolos que indican la recuperación de una persona que sufre anorexia. Por un lado, la recuperación física es un primer indicador. Tener un peso adecuado es un primer avance muy importante. Con él desaparecen las consecuencias físicas que acarrea la privación de nutrientes esenciales. Pero ganar peso por sí sólo no es un indicador fiable, si no hay un cambio más profundo.

    La recuperación implica:

    - Imagen corporal saludable: reconocer que hay diferentes morfologías y huir de estereotipos de belleza.
    - Mejora de la autoestima.
    - Mejora en el manejo y expresión de los sentimientos.
    - Recuperación de relaciones sociales.

    La recuperación completa de la anorexia es posible. El primer paso es reconocer que hay un problema. La detección temprana es indicador de buen pronóstico. No olvidemos que tras el problema de la alimentación hay un componente emocional y psicológico que es indispensable trabajar y superar para evitar posibles recaídas y recuperarse.

    En base a nuestra experiencia, pasado un año del inicio del tratamiento, gran parte de nuestros pacientes no muestran síntomas del trastorno. El 70% se mantiene libre de síntomas en el seguimiento a los 5 años.

    En Ita Especialistas en Salud Mental estamos especializados en el tratamiento de trastornos de la conducta alimentaria (TCA), sobre todo en situaciones difíciles que se han mostrado resistentes a los tratamientos. No dude en contactar con nosotros a nuestro teléfono gratuito 900 500 535, podemos ayudarle.

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  • La recuperación de la anorexia comprende aspectos como la conciencia de enfermedad, la mejora de la autoestima, la gestión de las emociones y el desarrollo de habilidades sociales. Recordemos que la restricción de la alimentación es una parte del trastorno y que, bajo este síntoma, se esconden alteraciones mucho más profundas que debemos trabajar en el proceso de recuperación.

    En líneas generales, en Ita proponemos un tratamiento de un año de duración que incluye hospitalización y tratamiento en hospital de día. Después del tratamiento hacemos un seguimiento a nivel ambulatorio que puede durar entre 2 o 3 años. A los 5 años, si la mejoría persiste, es el momento del alta.

    Acompañamos en el proceso de reconstrucción del proyecto vital fomentando la autonomía para dejar atrás la enfermedad. Insistimos en la importancia del seguimiento personalizado para prevenir recaídas en el camino hacia la recuperación.

    Si desea más información puede llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535. Disponemos de una red de centros que permiten un abordaje multidisciplinar. Incluidos centros para situaciones de emergencia.

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  • La recuperación de la anorexia implica una mejoría tanto física, psicológica y social. Es importante no tomar como único indicador la recuperación de un peso adecuado. El camino a recorrer va dirigido a mejora la autoestima, el manejo de los pensamientos de forma saludable y la gestión de las emociones. Al ir recuperando el bienestar y la relación con uno mismo/a las relaciones sociales también se van viendo fortalecidas.

    De forma esquemática podemos diferenciar las siguientes fases:

    Conciencia de enfermedad
    La negación de la enfermedad suele predominar en las primeras etapas. A menudo no está exento de conflicto con familia y amistades. Irán apareciendo dudas sobre su conducta y las consecuencias que sufre. Cuando la persona reconoce que tiene un problema, a pesar de ser un proceso doloroso, es un gran avance hacia la recuperación. El deseo de tomar el control de su vida y cambiar sus comportamientos es un paso decisivo en la recuperación.

    Recuperación de un peso saludable
    Cuando una persona sufre desajustes metabólicos causados por la falta de nutrientes es difícil pensar con claridad. Un primer objetivo es recuperar el peso. Una vez recuperado el bienestar físico, empieza el trabajo psicoterapéutico para abordar las causas subyacentes al problema de la alimentación.

    Tratamiento psicoterapéutico
    El control sobre la alimentación es una forma de defenderse frente a otros problemas mucho más profundos. La persona que sufre el trastorno tiene una falsa sensación de control. Pero poco a poco se convierte en una pesadilla cuando la comida monopoliza pensamientos, sentimientos y conducta. El tratamiento psicoterapéutico va dirigido a trabajar emociones y pensamientos que pueden estar realimentando el trastorno. La implicación de la familia en la terapia y un posterior seguimiento individualizado ayuda a prevenir futuras recaídas.

    Retomar el proyecto de vida
    La reinserción social y el fomento de la autonomía son muy importantes. Es el momento en que los/as pacientes retomen sus vidas, volviendo a estudiar o al mundo laboral.
    En Ita Salud Mental disponemos de pisos terapéuticos para personas en proceso de recuperación de trastorno de la conducta alimentaria que favorecen la adquisición de su autonomía en un entorno supervisado por profesionales.

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  • Los trastornos de la conducta alimentaria afectan a diferentes áreas de la persona. Afectan a nivel psicológico, biológico y social. A nivel metabólico, la persona sufre alteraciones físicas importantes y potencialmente graves. A nivel social, supone una ruptura con su proyecto vital: vida académica, laboral, etc. Los problemas con la alimentación son la parte más visible del trastorno. A nivel interno, hay un malestar mucho más profundo.

    Para la recuperación de la anorexia es necesario un abordaje terapéutico integral que incluya las diferentes áreas afectadas. Requiere la implicación de un equipo multidisciplinar: psicólogos, psiquiatras, educadores, enfermería, etc.

    En Ita Salud Mental disponemos de un modelo asistencial que integra un equipo de profesionales de diferentes especialidades. Ofrecemos una red de trabajo para la recuperación de las diferentes áreas afectadas. Contamos con unas instalaciones que nos permiten dar respuesta en las diferentes etapas del trastorno.

    Si cree que alguien de su entorno está sufriendo anorexia nerviosa, no dude que la mejor ayuda es contactar con un profesional especialista en trastornos de la conducta alimentaria. Ponemos a su disposición nuestro teléfono gratuito 900 500 535.

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