La adolescencia es un período de inestabilidad emocional y ansiedad. En adolescentes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) puede suponer una etapa complicada y a la que deben adaptarse ellos mismos, así como su entorno más próximo.
Cuando en una familia se comunica un diagnóstico de TEA, a menudo los padres explican que tenían sospechas sobre éste, pero que tenían la esperanza que el profesional se lo descartara. Las personas con TEA pueden necesitar diferentes grados de soporte y apoyo.