A nivel clínico se suelen diferenciar dos tipos de bulimia en función de cuáles sean las conductas predominantes.
Bulimia purgativa
Hablamos de bulimia purgativa cuanto tras un atracón o episodio de ingesta compulsiva, se llevan a cabo conductas purgativas (toma de laxantes, vómito auto infligido, etc.). No suele ser una conducta demasiado planeada, sino que es una actuación ante los sentimientos de culpa y el malestar. El objetivo es evitar aumentar de peso.
Bulimia no purgativa
En la bulimia no purgativa, la ansiedad y el malestar que provoca el episodio de ingesta compulsiva, se intenta compensar con el ejercicio físico o pasando largos periodo de restricción de alimentos.
Ambos tipos son una división teórica avalada por estudios clínicos en el ámbito de la salud mental. La realidad puede ser mucho más compleja. En nuestros centros atendemos a pacientes que, además de la bulimia como síntoma principal, también sufren algún tipo de adicción. Este hecho está relacionado con la falta de control de impulso. Esta impulsividad los hace más vulnerables a episodios de consumo excesivo de alcohol o drogas.
Si se siente identificado con estas conductas o bien conoce a alguien, puede contactar con nosotros. Hay que romper el círculo de conductas autodestructivas. Cuánto más temprana sea la intervención, más garantías hay de curación.
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